Miguel Guryn
Durante los 8 años que vivió en Brasil, Miguel se dedicó a la apicultura y al cultivo de pimienta rosa (aroeira). “A lo largo de mi vida, he tenido la suerte de vivir en lugares en los que la naturaleza se expresa en toda su magnificencia: Pucón, en Chile; Santo André, al sur del estado de Bahía, en Brasil; y en Bariloche”
Su contacto con la sabiduría de los hongos comienza a los 6 años de la mano de su padre, de origen ruso, proveniente de una cultura en la que tradicionalmente se acude a las propiedades de los hongos como alimento y medicina. “Recolectábamos hongos de los campos cercanos a nuestra casa. Era una actividad divertida porque, además de encontrar hongos, mi padre me enseñó a detenerme y observar a los animales y a plantas que nos rodeaban”
Salir de la casa y regresar con una canasta llena de hongos, que Miguel aprendió a identificar, seleccionar y consumir, se volvió portal para lo que luego sería el emprendimiento al que daría vida con su hija. Y el contacto con la naturaleza como espectador silencioso y humilde, ha sido aprendizaje que Miguel pone a disposición hoy en día en Caro Soma.
“Hace algún tiempo, Carolina y yo decidimos unirnos para producir hongos con propiedades medicinales, y hacerlo de la manera más profesional posible”. De la mano de Farmacia Cangallo, se inició la producción de tinturas madre con doble extracción, un proceso que utiliza dos soluciones diferentes para extraer diferentes tipos de compuestos de las plantas: una solución alcohólica y una solución acuosa.
Las tareas y funciones de Miguel y Carolina son claras y están definidas por los saberes y experiencias de cada uno. “Nos dividimos el trabajo: yo produzco los hongos, y ella se ocupa de la parte creativa de la elaboración de los diferentes productos”. Actualmente, Miguel se dedica a la carpintería y vive en Buenos Aires. Es el responsable de la selección y producción de hongos de las fórmulas de Caro Soma, y su cultivo.
Carolina Guryn
Nació en Buenos Aires y se crió en Bariloche, rodeada de sus bosques, montañas, ríos y lagos. “Allí, mi mamá montó la primera tienda natural y restaurante de la ciudad, y toda la comida de la tienda se producía en mi casa”. Socióloga de profesión, trabajó durante años como productora general y periodística, investigadora y guionista de contenidos antropológicos, sociales y políticos.
En el año 2003 inaugura Artemisia, un restaurante de comida natural con gran influencia familiar, resultado de una incesante búsqueda e investigación antropológica sobre la forma que tienen de alimentarse otras culturas del mundo. Con el tiempo, la memoria trazó surco, y los recuerdos de las caminatas con Miguel, tan similares a las que él realizaba con su padre, fueron creando nuevos caminos. “Recuerdo caminar con mi papá por Bariloche, mientras me explicaba cómo nacen y trabajan hongos en la tierra. Juntábamos semillas y frutos, y así me enseñó el lenguaje del bosque”.
Esas enseñanzas son las que Caro aplica en este proyecto, alquimizadolas con su pasión: tomar el alimento de la tierra, intervenirlo, y convertirlo en un fruto de amor . Esta tarea se plasma en un plato en Artemisia, y en tinturas madre y fórmulas de herbolaria, en Caro Soma.
“Caro Soma es para mí lo mismo que el micelio bajo tierra: una sinastría e intercambio de saberes y experiencias con mi padre, de quién aprendí todo lo que sé sobre los hongos y sus propiedades. Nos unen la pasión, el compromiso y una profunda admiración por la naturaleza, sus recursos puestos a disposición del ecosistema, de la humanidad, y del infinito entramado de seres que habitamos la Tierra”.

Los hongos y las plantas son ofrendas de la tierra, considerados un alimento muy valioso para el bienestar de la humanidad. A nivel biológico, son pieza fundamental para mantener el equilibrio de nuestro planeta, dado que recomponen los suelos, distribuyen información a toda la flora que los rodea y transforman la materia, habilitando la existencia de una red de intercomunicación que trabaja como una mente subterránea.
En Caro Soma admiramos cómo se comporta el micelio (lo que comúnmente se asocia a la raíz de una planta) del hongo, y cómo trabaja en forma colaborativa con vegetales y microbios intercambiando productos necesarios para el desarrollo de la vida en la tierra.
El micelio nos enseña que la competencia no es el único camino a la sobrevivencia de las especies, sino a través de la cooperación y la resiliencia podemos experimentar la vida en este planeta.